El consejo III

.....entonces como decía lo llamé al día siguiente, a media tarde y le dije, "Hola habla Dorothy, ¿Dónde estás?", y el me respondio en un tono bien caliente "Aquí....esperándote". Cuando llegue al lugar, que era un cuarto en donde el vivía, parecía como si hubiera sabido lo que me pasaba...Llegue, me tomó dela cintura, me empezó a besar apasionadamente y me tiró a la cama. Me quitó toda la ropa y empezamos en breve con el movimiento, me puso de todas formas y yo sólo me preocupé de disfrutármelo todo, Gocé de verdad y la culpa la dejé para después. Tuvimos buen sexo toda la tarde. Cuando terminamos de hacerlo me abrazó, me miró y yo lo miré y me puse a llorar. Me preguntó si no me había gustado y yo entre lágrimas le dije que al contrario. Le dije que estaba llorando porque estaba de novia con un tipo al que no se le paraba y él sorprendidísimo sólo atinó a darme el mejor consejo de mi vida: "Corazón, usted no puede desperdiciar su vida con un hombre así, usted es demasiado exquisita, apasionada y caliente como para perder sus años así, sino tendrá que recurrir al engaño, por siempre". Luego agregó: " Ahora si se casa, yo estaré aquí para cuando lo necesite". Pasé varios días pensando en aquello, y por supuesto no me casé, ni necesité al stripper, pero le agradezco hasta el día de hoy haberme hecho reaccionar a tiempo y haberme hecho gozar como loca.

FIN